A continuación, vamos a ver las características de los terrores nocturnos, los cuales pueden sufrir entorno al 1 y al 4 % de los niños. Como podemos ayudar a nuestro niño a superar las diferentes situaciones. En el siguiente las pesadillas.
Que son los terrores nocturnos.
Los terrores nocturnos están definidos como un trastorno del sueño.
Durante estos los niños no está teniendo pesadillas o malos sueños, el problema surge cuando pasa de una etapa de sueño profundo a una más suave, hay niños a los que les cuesta acostumbrarse a esta transición.
A los terrores nocturnos se les relaciona en gran medida con el sonambulismo ya que los dos se consideran hereditarios y suceden en la misma etapa del sueños, (al poco de haberse dormido.)
Suelen afectar más a niños que a niñas.
Cuando se producen los terrores nocturnos.
Son habituales en niños que se encuentran en edad preescolar, en la guardería, sobre todo al principio de haberse dormido. Cuando han entrado en un sueño profundo y vuelven a un sueño más leve, es este paso el que se los provoca.
La duración de los terrores nocturnos suele estar entre 1 minuto y 10 minutos. Una vez que lo ha pasado el niño se va relajando y puede volver a conciliar el sueño con menos problemas que con las pesadillas.
Por suerte los niños que los padecen no son capaces de recordarlos.
Síntomas de los terrores nocturnos.
Dependiendo del niño encontramos muy diversos síntomas en los terrores nocturnos.
El niño que estaba durmiendo plácidamente puede despertarse de golpe con muy diferentes síntomas de los terrores nocturnos como podrían ser:
- Se despierta dando gritos.
- Se despierta el niño llorando.
- Sollozando.
- Con movimientos bruscos o espasmos.
- Hablando
- Gemidos.
- Tiene el corazón acelerado.
- Puede tener los ojos abiertos de par en par.
- Encontramos algunos casos en que puede ponerse a andar o correr por casa.
Como actuar ante los terrores nocturnos.
Por desgracia hay poco que podamos hacer ante los terrores nocturnos aunque es un trastorno que no debe preocuparnos en exceso, lo que pasa es que es muy impactante para la familia ver a su niño en esta situación, aunque por suerte los niños no se acuerdan de lo que ha pasado y va desapareciendo con el tiempo.
A continuación tenéis una serie de consejos para los terrores nocturnos.
- Lo primero es acudir a un profesional.
- Cuando el niño haya sufrido un episodio, le tranquilizaremos para que pueda relajarse lo antes posible para volver a dormirse.
- Le abrazaremos y le daremos cariño. Hay niños que en ese momento no quieren contacto, no debemos forzarlo y dejarle un momento mientras le tranquilizamos hablándole.
- Mantendremos la tranquilidad con el niño para que nos vea calmados.
- Podemos regular los horarios de sueño, e incluso programando una hora de despertarle para que se acostumbre al paso del sueño más profundo al leve.
En el próximo post las pesadillas en los niños.
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